Me buscaste en otro tiempo. Quisiste pensar que sería eterno, y te bastó con imaginar que sería suficiente con tus miradas de niño indefenso.
Huí de ti, y fui contracorriente, pero aparecías sin descanso en mis sueños.
¿Volvería a verte? Me gustaba pensar que si, quizás en otro país, con otros acentos. Seríamos nosotros o quizás ellos, flor, animal, fuego o cielo, en otra dimensión o mundo paralelo.
Fuimos creadores de utopías, y luchamos contra el viento. Pero el mar nos traicionó y quedamos solos, a la deriva, y en islas no comunicantes.
Soñemos de nuevo. El amor es equidistante. Debe serlo. Solo hay que cuidarlo y mimarlo cada día, tu, y yo. Y un sueño llamado Valentina.
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Carpe diem =)