Me giro despacio, y entonces es cuando me doy cuenta que esa presencia se ha convertido en un halo, una especie de fantasma, un ser protector que vela mis sueños y protege mi alma.
Me mira dulcemente, desde esa cara desdibujada por el sueño, y me roza los labios, el cuello...Se desliza hasta mi pecho, donde siento frío; Ha depositado un beso en esa delicada zona.
Abro los ojos y ya no hay nada, solamente oscuridad. Retiro el embozo y me levanto despacio, caminando hacía la ventana. Se hace la luz al levantar las persianas y cierro mis ojos de nuevo. Estarás en mi retina hasta la noche siguiente, cuando el sueño vuelva a mi.
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Carpe diem =)