A pesar de ser un caso perdido, siempre me encuentras entre los mil y un laberintos de las calles que me vieron nacer.
Todo nace de la nada, de las sonrisas, de los desconciertos iniciales, de los océanos de ternura infinita que siempre nos acompañan.
Será que seguimos siendo nosotros. Lo sencillo es saber, que no sabiendo (te) pierdo.
un, dos tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce...
Las campanadas anunciaran el nuevo año.
Empieza la cuenta atrás...
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Carpe diem =)