No llores, que solo era un cuento,
de aquella morena de ojos inciertos,
de la niña eterna con días sedientos,
sedientos de abrazos,
de abrazos y besos,
de "te quiero" falsos,
de quimeras y sueños.
Te conté pecosa mía,
te conte cuentos,
historias preciosas,
también te cité versos,
pero solo te quedaste
con la de aquel secreto,
disfrazado de leyenda,
o quizás de cuento.
Son los secretos prohibidos niña,
no hay fin ni tampoco comienzo,
por eso te digo pequeña,
que todo es incierto,
que nunca confies en nadie,
al menos tus secretos,
que no seas esclava de palabras,
ni tampoco de sueños,
que en esta vida todos somos
de hiel...Aunque solo sea por miedo...
Miedo al futuro, a la vida, y a lo que nos rodea. Pilares que, aun levantados, se pueden caer...
Y es que, a fin de cuentas, el miedo siempre ha sido, es y será...libre.
Pero...HOY TOCA SER FELIZ.
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Carpe diem =)