Regresar a tus calles de aceras infinitas y olvidos por obligación,
mirarte a ti, transeúnte que no recuerdas ni juzgas,
o quizás a ti, alma inquieta que espera la llegada de alguien sin saberlo…
Siempre jugamos a olvidar, pues sin duda hay que ser invencible de corazón y espíritu para conseguirlo en los mares de asfalto que te rodean.
Te veo y te miro, y te admiro a pesar de ser orgullosa e inquieta, lloras y ríes a cualquier hora sin que apenas lo sepamos, tu insomnio es un hecho, ya ni siquiera nos preocupa que ni de día ni de noche descanses, y todos sabemos que tu corazón sigue siendo libre, aunque por tus avenidas recuerdo ver al amor de mi vida, si, de esa paralela vida que un día no lo fue, que no soy parte de ti, que te tengo algo de miedo, y que me pierdo y no me encuentro cada vez que me acerco a ti.
Comienza de nuevo otro Otoño, y tú y yo seguimos amándonos y odiándonos por igual…
Volveremos a encontrarnos, Madrid.
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Carpe diem =)