14 feb 2017

Que cruz la tuya, no dejar de existir tras mis infinitas letras...Que nunca te has de marchar sin haber escuchado un adiós efímero, que dure unas horas hasta el siguiente rastro de tinta. 

No eres en realidad al que escribo, si no al fruto de mi recuerdo alimentado de utopías... Sabía tanto de tus ojos, como de tus miedos, y cada una de tus lágrimas quiso entender de la despedida que se sucedió años después de tu marcha... a ese universo paralelo que surgió de los sueños que, aún enamorados, construimos para escaparnos de este mundo que sabíamos acabaría por destruirnos.

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Carpe diem =)