No eres en realidad al que escribo, si no al fruto de mi recuerdo alimentado de utopías... Sabía tanto de tus ojos, como de tus miedos, y cada una de tus lágrimas quiso entender de la despedida que se sucedió años después de tu marcha... a ese universo paralelo que surgió de los sueños que, aún enamorados, construimos para escaparnos de este mundo que sabíamos acabaría por destruirnos.

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Carpe diem =)