El olvido, ese arma tan potente de destrucción masiva de almas que aún aman...(o se piensan que aman aún...la disposición de las palabras cambia un poco el tema...) me olvidaste, y yo apenas fui capaz de archivar(te) en algún rincón de mi corazón...

Aparecías en cada gesto y palabra que pronunciaba, pues sin querer aprendí tus maneras de pasotismo ilustrado...

El olvido...Que daña las miradas, que quedaron tristes y huidizas, y el alma...que cual cristal, sencillamente quebró.

Fue un túnel, que del blanco pasó al negro y en el mismo me quedé, saliendo de puntillas de allí, sabiendo que me cantarían las 40 al salir de allí, que aún así me darían la mano, (sin miedo) corregiríamos malos hábitos y multiplicando haríamos nuestra química. aprovecharemos mas Carpe Diem, escucharemos mas verdades como puños, y puños con verdades, y así será, sin mas...así me amarás... Viviendo en las nubes, bajando de los tejados cual gatita mansa, (pero sin serlo) y seremos protagonistas de nuestras revoluciones .

Y recuerda esto: a tres metros de ti, si miras hacia abajo, contaremos los besos mientras sigo pasando por la vida de puntillas, me caeré, me levantarás y contigo lo haremos igual...

Pero no olvidaremos nuestra historia, que por lo vivido, estamos hechos de sueños e ilusiones, de luchadores incansables y de héroes sin silencios, de los de a pie.

Jamás tacharemos nada de las biografías de esta, nuestra vida, la que nos ha tocado vivir...que si no hubieran sido nuestras circunstancias, ni tú serías tan yo, ni yo...Yo no sería, simple y llanamente.

Que tarde nos llegamos a la vida...El reloj del corazón tiene las manecillas locas de tanto volver al instante en que nos conocimos. Miradas que se eclipsan, sin saber, y que aunque pasen los años...No olvidas. Y un día, el destino nos da la mano...y aquí estamos, ¿no?

Y es que desde que te conozco, se que puedo hasta volar...Si te miro.

 Fueron tantos los años soñándote que,

cuando regresaste y me miraste,

se me cosió sola el alma.

Que sin ser bala perdida,

me dejaste una herida abierta

que no cerró hasta que conseguiste lo imposible:

Que te besara con los ojos cerrados,

que, como bien sabes, era una utopía para mi...

pero supiste tocar mi corazón coraza, y te metiste tan dentro,

que todo quebró y resurgí de mis propias cenizas.

En aquel febrero me helaste por dentro,

pero cuando te pensé, me sentí fuego,

y la primavera vino tras nosotros.

Seguiremos contándonos cuentos hasta que se hagan realidad.

Fdo. Tu caperucita (violeta)

 El tiempo pasa, y pasa para todos... No ha sido fácil.

Nunca pensé en terminar así, con tanto pavor y tanta rabia en mi interior... No supe ver el final a todo esto, hasta que sucedió, casi sin darme cuenta.

No voy a echarte de menos, y creo firmemente que serán pocos los que lo hagan. Sin embargo, siento miedo al pensar en el que será tu sustituto, miedo al no saber lo que me ofrecerá a partir de ahora.; Aún así, jamás volveré a ti, de eso estoy segura.

Habrá otros como tú, aunque sinceramente espero que tengan que ofrecerme algo más que dolor, angustia y rabia, una rabia infinita. Buscaré las risas y sonrisas que no supiste darme, y las iré recopilando para recordarlas cada primavera que tenga la oportunidad de vivir...Porque al final, eso es lo único que nos queda, nuestro pequeño y particular baúl de los recuerdos...Y en el invierno de nuestras vidas, serán nuestro mas preciado tesoro.

Me despido sin pena ni gloria, pero con el orgullo de seguir aquí, a pesar de todo... Y también a pesar de todo, gracias por haberme dado la oportunidad de conocerte.

Si, te hablo a ti, 2020. Hasta siempre.

Te tengo algo de miedo, pero una vez mas lucharé con uñas y dientes para volver a sonreír. Bienvenido, 2021.

 En los ojos habita un mundo que a veces pienso que es la puerta a los mil y un universos que aún, en nuestra minúscula existencia, no sabemos qué nos depara, o a donde nos lleva...Son esos ojos que se mueven cerrados cuando soñamos, son esos ojos que tienen cientos de porqué,  que están repletos de sentimientos que, a veces, hablan mas que la boca que nos cuenta esa misma historia, de esos mismos universos, (quizás paralelos) y que se detiene el mundo si son miradas de un ser querido.

Yo tenía la inusual costumbre de sonreír sin querer, cuando tus ojos verde esperanza me miraban, papá. Tus ojos veían un mundo donde tu hija crecía y crecía, se hacía adolescente, mujer, y conseguía tener una vida mas allá de aquellas puertas de hospital, donde jamás os dieron esperanza...Pero como decía un poco mas arriba, eran tus ojos en los que habitaba esa chispa, y la vida quiso que ese universo que imaginaste para mi, se cumpliera.

Y aquí estoy, a dos meses de cumplir los 40, cuando tan siquiera debía haber cumplido 2 o 3...

No puedo expresar cuanto extraño esa mirada de orgullo cuando me veías, a cualquier hora del día, esa mirada que me veía como yo jamás me ví, ni me veré, como su pequeña princesita que luchó con uñas y dientes, junto a sus dos caballeros andantes, que érais vosotros dos, mi padre y mi madre...y que, contra todo pronóstico, conseguimos vencer las adversidades que cada día, cada mes, cada año, venían hacia nosotros como huracanes, donde todo lo devastaban...Pero el amor todo lo puede, y era la base de todo, y vuestra risa, aunque lloraseis con el alma cuando yo no os viera, era el bálsamo  que todo lo curaba.¡Y que felices éramos...! Con sólamente estar juntos, tomar un café, sentarnos a hablar, abrazarnos, y decirnos mil veces al día lo que nos queríamos. No necesitábamos nada mas.

Hoy, a esta hora que ni sé cual es, te recuerdo como el protector del reino que habitaba en nuestra casa, y siento un orgullo tremendo de haberte tenido como padre, amigo, tutor, profesor, enfermero, cuidador...Todo lo dabás, todo lo hacías, sin reproches. Tu y mamá.

Que ni todo el oro del mundo puedan comprar la vida que construiste para mi...Que siempre serás el mejor padre de mi pequeño universo. De aquí a la eternidad, cuando vuelva a tus brazos, y vuelva a reflejarme en tus pupilas.

 A finales de los 90, llegaron los pokémon...y yo era una freak de la época, la niña extraña que jugaba a juegos extraños, devoraba en un día uno o dos libros, a veces comenzando por la úl

tima página...luego jugaba a mi game boy...siempre rodeada de vosotros.

Tenía más aspecto de niña del tercer mundo que del primero, por mi barriguita y mi extrema delgadez, pero jamás me sentí rara, excluida, poco querida por mis compañeros y amigos, y mis padres era el centro de mi peculiar universo, uno donde el amor era la base de todo, su risa el bálsamo que quitaba mis dolores y mis penas, y los te quiero eran tan comunes como el respirar. Fui una niña feliz, fuimos una familia feliz...a pesar de todo. Gracias a ti y a mamá, mi mundo no lo recuerdo en hospitales, si no en salas donde jugar, leer, cantar y reír, y donde todo se solucionaba si estábamos juntos.  

Si volviese a nacer, si me dieran a escoger, haría como en los juegos que se llamaban Pokémon, que de una bolita salieses tu…Porque te elegiría a ti, papá, una y otra vez, sin duda alguna, y siempre serás mi guía, mi luz, mi esperanza…Te quiero mas allá de todo lo que puede significar la palabra misma, de toda cordura, de toda existencia…Y allá donde te encuentres sé que jamás me soltarás la mano, que no me dejarás sola…Porque sin ese atisbo de esperanza en que me consuela pensar que volveremos a encontrarnos, en otra vida, en otro universo…No podría seguir adelante.

Al final del día, creo que me aferro a todo lo que veo y me recuerda a ti, una mariposa blanca, una pluma, un olor…Te sueño a veces, y siempre te visualizo sonriendo…fuiste el mejor padre, el mejor de los maestros de vida, el que lucho con uñas y dientes hasta el final, para que no te viese triste ni mal en ningún momento…Eras todo lo opuesto a la palabra egoísmo, con una fuerza interior y una dulzura tan infinita, que quizás por eso te marchases antes de tiempo… Quizás, no solamente para mi eras un ángel. 

Que felicidad era abrir los ojos a las siete de la mañana y ver como cruzabas esa puerta de hospital…Esos abrazos en los que cabían universos, esas palabras que eran el bálsamo necesario para que las malas noticias de esos años, no fueran tan malas…y sé que aún hoy, nadie entiende que nosotros tres éramos solamente uno, y que a pesar de todo lo que nos rodeaba en ese universo paralelo que era nuestra vida, éramos felices, muy felices.

Todo lo que luchasteis por mí, acabó mereciendo la pena, contra todo pronóstico, contra todo lo escrito en la literatura médica, contra todo lo inimaginable...Pero vuestra fuerza interior y vuestro cariño era tan inmenso, que todo lo pudo. Y aquí me tienes, acercándome a los 40 años, escribiéndote unas letras para que te lleguen, allá donde estés... Sueño contigo, y sé que estás conmigo, te siento...y si me dieran a escoger al nacer, volvería a elegir esta vida, para estar con vosotros... Ojalá pudiera jugar a pokemon, y que de una bolita salieras tu…porque te elegiría a ti, papá, una y otra vez, sin duda alguna. y te elegiré siempre como mi guía, mi maestro, mi ángel, mi médico, mi enfermero, mi amigo, mi padre... Te quiero más allá de toda cordura, de toda existencia, y allá donde te encuentres, sé que no me soltarás la mano...

 Para ti, que fuiste componente esencial de las "trillizas" que un día fuímos las tres, y que sin ser hermanas por ADN, resultasteis serlo de corazón, a pesar de ser "corazón coraza". 

Tan solo en nuestra memoria quedan las miles de lágrimas perdidas a lo largo del tiempo, un tiempo convulso, de niñas que no lo eran tanto...o quizás si, al menos por mi parte, que tardé tanto en ser la mujercita que era, acorde con aquella edad, en la que a mis 21, andaba por la vida como quinceañera loca, bebiéndome la vida a sorbitos, por miedo a atragantarme de tanta felicidad, después de una vida anclada a una cama de hospital...El trasplante de intestino, por aquella época el 3º en España, era una sentencia a muerte...pero salí renacida, contra todo pronóstico, y tuve unos años que siempre creía sería mera utopía..Fuí niña, adolescente y mujer en cuestión de un año, y aquello desvastó todo lo que yo era, en lo que yo creía, o lo que podía llegar a ser..Mi mundo hasta ese primer trasplante, a mis 19 años y 12 kilo de peso, fue una secuencia de luces y sombras, apartada del mundo real, y en el a pesar de todo, fuí feliz...Pero el bofetón de realidad al salir al mundo real fué tan grande, que pudo conmigo, en todos los sentidos, y me creía perdida en un mundo que era demasiado grande y complicado para lo que había sido hasta el momento, metida entre las paredes de aquellas habitaciones de hospital, anclada a cables, nutriciones por vena durante 17 años por aquel entonces, dolores incontrolables, perforaciones intestinales, mas de 50 operaciones, fallos multiorgánicos, y mil y una anécdotas que, a pesar de todo, las recuerdo con cariño, porque no podía tener mas amor, apoyo y sonrisas de las tuve, mecida por los ángeles que tuve la suerte de tener como padres...Esos padres que fueron todo lo que se puede desear, y fueron padres, amigos, profesores, enfermeros, medicos, psicólogos, todo lo que pudieron ser y mucho mas...Tuve la suerte de tener unos padres que fueron mis dioses terrenales.

Y tu y yo, desde que nos conocimos,siempre estuvimos abrazadas, cerca o lejos, en esta inmensidad de universo, y que en el nuestro llaman mundo...Y en esa inmensidad te encontré, apareciste para ser mi hermana, elegida por azar o destino...

Siempre serás aquella niña rubia que me robó el corazó, allá por 2005.

Y a las dos...Gracias por ser una parte de mi universo. Os quiero.