No sé si en esta vida nos quedó algo por decirnos, papá...Pero creo que sabíamos todo el amor y la admiración que nos profesabamos mutuamente,y nos lo demostrabamos a diario.

Solo se que mis bolsillos quedaron vacíos de ilusiones,que mis sonrisas se fueron tras tus ojos verde esperanza, y que la vida es más gris desde que te marchaste.

Te veo a menudo en mis sueños, y vienes también a verme en forma de mariposa blanca varías veces en semana...y me aferró a esas alas con la mirada, siguiendo el rastro que dejan, mientras mis labios te nombran en silencio.

Y en mis noches más oscuras, quizás de madrugada, vienes a abrazarme en sueños, y me cuesta dejarte ir...

Tus tímidos abrazos eran los más bonitos del universo, y yo los conservo todos en un rincón de mi alma.

Gracias por haber sido mi padre, papá...por aquella primera vez que abri los ojos en tus brazos y me converti en tu hija.