Cuando despertabas a mi lado, mi estado anímico confluía con el sopor del sueño del cual me sacabas a veces, a besos robados, lucha de pestañas y caricias en la espalda.

Yo terminada por pomerme de puntillas, y dando saltitos por doquier...

Y así te recuerdo, diciendo mi nombre despacio...Y es que escucharte, era la canción de mi vida, y encendía cada poro que habitaba en  mi piel, y ponía en off todo lo demás.

Te presentía entondes,cruzando miradas...y lo sabía: Sabía que lo que estaba por venir era una ciclogénesis...Explosiva.