Los super héroes existen. Al menos ha existido uno en mi mundo, y yo lo llamaba papá. La vida es una sucesión de momentos, a veces bueno, y otras no tanto. A mi padre le tocaron demasiados malos momentos, pero el siempre sacaba la parte buena cada cosa. Siempre estaba con la sonrisa en los labios. Pocas veces le vi llorar, (y menos mal, porque ver llorar a un super héroe te destroza por dentro) y siempre luchó con uñas y dientes por sus seres queridos, contra viento y marea. Fue todo lo que una niña, una adolescente y una mujer puede querer como padre, aunque eso sí, éramos iguales, y a veces discutíamos, pero al rato ya estábamos abrazándonos.
Fui una niña feliz, siempre, a pesar de todo, a pesar de los años enteros en hospitales, de estar anclada a una maquina las 24 horas para poder vivir, de no poder salir de casa, de no poder hacer nada mas allá de leer o ver una película. Pero mi padre siempre se encargaba de hacerme reír al llegar a casa después del trabajo, y de hacerme sentir una princesa, como el me llamaba. Yo era su princesa. Y el era mi rey, mi todo, mi vida entera. Porque por la vida que me ha tocado vivir, mi padre, mi madre y yo, no éramos tres personas, éramos solamente una. Allí donde la vida en ocasiones se pone tan difícil que la gente se separa y se aleja, a nosotros nos acercó tanto, tanto, que solamente éramos una. Y eso hoy por primera vez en mis 37 años, se ha separado en tres partes…y tú, papá, te alejas un poco, solamente un poco, de nosotras…pero te prometo que volveremos a encontrarnos. Has sido y eres el pilar mas importante de mi vida, junto a mamá, y te vas dejando un vacío y dolor tan grande, que solamente cesará con el tiempo, y aceptando que no nos has dejado del todo, porque sé que tu alma y tu energía estarán con nosotros en cada paso, en cada movimiento, en cada aliento que aún tengamos por vivir.
Nuestro paso por esta vida es tan efímero…No nos damos cuenta que el tiempo se agota, que la vida es solamente una, y que tenemos que vivirla al máximo, de una u otra manera. Mi forma de vivirla al máximo era estar en casa, leyendo, tomando un café con vosotros, diciéndote varias veces al día que te quería. Mis limitaciones son muchas, pero yo he sido la niña y la mujer más feliz del mundo, porque os tenía a vosotros como padres.
Y yo, que siempre estuve en la cuerda floja, que según los médicos no llegaría ni a los 3 años de edad, aquí estoy, despidiéndome de ti…Se que eres feliz por ello, porque no hubieras superado nunca que yo me marchase antes que tú, papi.
No habrá un solo momento del día donde no note tu ausencia…pero se que no me soltarás la mano, y espero que, donde quiera que estés, por fin estes feliz 100%, sin ese miedo a cada instante por mi y por mi enfermedad, que puedas ser libre, que estes con toda la familia y las perritas que se marcharon antes que tú, y que nos cuides desde allí, hasta que un día volvamos a encontrarnos. Y ese día, papá será el que alcancemos la plenitud total de una vida perfecta.
Te quiere infinitamente
Tu princesita
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Carpe diem =)