Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, dispuesto a hacerla recordar...Le habló de las locuras cometidas en esos años tan intensos, de esos amores dejados en cualquier rincón, de aquellos que apenas si logró entender...
Me habló cual espejo, espejito mágico, cruel, sincero y directo, de ahi que me niegue la gente, y orgullosa de que así sea...
Y es que me veo asomada a ese espejo, de puntillas quizás...Y siempre me devuelve la misma imagen...
Una sonrisa tímida, intuyéndose un poco en la comisura de los labios, ojos brillantes e iluminados por esos sueños que cada día me regalaba, soñando ser, quizás, mas pequeña que princesa, y ser mas princesa por inocente, que pequeña por deseo...
El dinosaurio sigue hablándome...Y cuenta que han pasado unos 3 años...Y yo, mientras tanto, sigo asomándome cada mañana al despertar a la ventana indiscreta de la vida...La que me regresa a la realidad de que no somos eternos...
Y ahora si puedo decir que soy mas mujer de a pie, que princesa de cuento de hadas, mas pequeña que nunca en apenas metro y medio, y mas grandiosa por dentro que por fuera...
Pero la imagen del espejo siempre es la misma... Niña eterna de ojos brillantes, sonrisa intuida a medias por la comisura de los labios, y mas soñadora que nunca...
Por ser niña forjada en fuego y hielo, por vencerme a mi misma, por surgir de la nada para lograr respirar de nuevo, por llegar donde he llegado, ver mi sueño hecho realidad...
-"Carpe Diem, Anita, sigue aprovechando momentos..."-
And nothing else matters...
And nothing else matters...
El pequeño dinosaurio es la mascota que habita en mis sueños, y se llama Luz...Aún hoy, sigue acompándome cada noche, ayudándome a escoger la senda de lo que un día será mi destino...
¿Por qué no se me habrá ocurrido? Me ha gustado. Tan tierna.
ResponderEliminarUn compañero de sueños, una guía en la realidad...
ResponderEliminarBesos
Felicidades Anni por conservar esa ilusión cuando lo mas facil para el mundo es dejar de creer en ella.
ResponderEliminarBello homenaje a los pequeños grandes tesoros como Luz.
Un abrazo
Me encanta la fuerza que desprenden tus escritos. Contra viento y marea siempre rebrotan la esperanza y la vitalidad. ¡Formidable!
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